Un médico deportólogo con especializado en Ginecología y Obstetricia brindó detalles sobre los efectos hormonales. Las deudas de la ciencia en el estudio de los procesos biológicos de las mujeres y la necesidad de una ginecología deportiva, entre las claves.
Por Ariadna Fernández
El organismo de una persona que hace deporte depende de muchos factores. Uno de ellos son las hormonas que, por ejemplo, se diferencian al ser una persona gestante o no. Además de jugar un papel fundamental en la salud, influyen totalmente en el rendimiento deportivo.
Ahora bien, ¿cómo afectan los métodos anticonceptivos en el deporte? ¿Tienen algún efecto adverso a nivel de competencia? ¿Y qué nivel de estudio hay, actualmente, sobre hormonas femeninas y deportes de alta exigencia?
“Los estudios hormonales de la mujer fueron todo un desafío por el que la ciencia avanzaba lentamente por su complejidad”, afirma Jorge Vázquez, médico cirujano MN 46671, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba y que, además, ejerce las especialidades en Medicina General y Deportiva.

Para el especialista, las herramientas para prevenir la concepción pueden influir en el rendimiento deportivo de cada persona. “Como primer lugar, debe comprenderse la biología del sexo femenino, su rol y sus capacidades para crear un nuevo ser en sus entrañas”, explicó.
Para ello, agregó el experto, la mujer cuenta con dos pequeños órganos, los ovarios, que determinan tres mujeres distintas a lo largo de la vida. “Hablamos de premenarca, de la edad fértil y del postclimaterio; y cuatro mujeres distintas a lo largo del mes durante su vida fértil: fases menstrual, de preparación del nido uterino, ovulación, y de alistamiento para eventual ovulación. Podríamos agregar una quinta mujer durante la lactancia”, detalló.
Más allá de un análisis
Los estudios sobre hormonas femeninas tienen poco más de cien años, mucho menos que el análisis de otros fenómenos biológicos, que llevan siglos. Los patrones de investigación fueron realizados con óptica masculina, como si la mujer fuera un “hombre sin testículos ni pene”. Por ello la ciencia y el deporte han restringido en gran parte las precisas definiciones de la feminidad.
Las pioneras contra la prohibición de participación de las mujeres en deporte fueron Roberta “Bobbi” Gibb, que fue la primera mujer en correr una maratón a pesar de la privación, y Kathrine Switzer, quien corrió inicialmente con dorsal, en la década de los ‘60. Casi simultáneamente se aprobó el uso de la pastilla anticonceptiva con rápida masividad y poco después empezaron a usarlas las atletas olímpicas en 1970-1980.
“Las investigaciones sobre las hormonas de las personas gestantes fueron todo un desafío, ya que la ciencia avanzaba lentamente por su complejidad. Un nuevo actor intervenía, sustancias artificiales creadoras de ciclos ováricos artificiales que, por lo demás, fueron complicando e innovando sus fórmulas químicas. Era un laberinto sobre otro laberinto”, agregó Vázquez.

Si bien, los tardíos estudios sobre las hormonas femeninas suelen ser un factor de peso, Vázquez señaló otras cuestiones a tener en cuenta. Por un lado, que algunas deportistas “suelen aplicarse hormonas masculinas, anabólicas, para aumentar la masa y potencia muscular. Dichas hormonas alcanzan a todos los órganos y a todas las células del cuerpo con diferentes efectos que con las hormonas naturales y los anticonceptivos tienen efecto contrapuestos”.
Por otro lado, el especialista señala también la existencia de endometriosis, una enfermedad que causa el crecimiento del endometrio -es decir, la parte interna del útero que sangra en cada menstruación- en lugares que no son habituales, como por ejemplo el ovario, las trompas uterinas, el músculo del útero, el peritoneo, el intestino, y hasta lugares raros como nariz u ombligo. El crecimiento del endometrio fuera de la matriz origina cambios hormonales que causan inflamación, sangrado y dolor crónico.
Las hormonas y su papel en la vida cotidiana
Vázquez señala que hay que considerar cómo afectan las diferentes hormonas en los distintos momentos del ciclo ovárico (CO) en la vida cotidiana de la persona gestante. “Esto es objeto, todavía, de profundas controversias, dados los diversos efectos de las hormonas, el delicado equilibrio del ovario y su fragilidad ante perturbaciones biológicas, físicas, psíquicas y sociales”, explicó el especialista.
“Cada día nuevas investigaciones facilitan, pero también complican la comprensión del fenómeno ovárico. La absoluta certeza de la acción de las hormonas casi siempre se escapa de las manos de la ciencia ya que cada mujer o persona gestante requiere una atención en salud y enfermedad estrictamente personalizada”, afirmó.
Por otra parte, como señala el experto, los estudios sobre los efectos de los anticonceptivos orales (ACO) en el desempeño deportivo no son consistentes, y eso lo muestran distintos metaanálisis y las diferentes opiniones de fuentes expertas. “Su inconsistencia se debe a que son realizados por distintos centros, sobre número relativamente bajo de mujeres, con diferentes objetivos del estudio, utilizando distintos ACO”, detalla Vázquez.
Las evidencias suelen ser consideradas de mediana, baja o muy baja calidad. El médico cita como ejemplo una conclusión de una Revisión Cochrane de octubre 2020: “En la práctica, dado que los efectos (de los ACO) suelen ser triviales y variables entre los estudios, la evidencia actual no garantiza una orientación general sobre unos de los ACO en comparación con el no uso. Por lo que cuando el desempeño en el ejercicio es una prioridad, un abordaje personalizado puede ser lo más apropiado. El análisis también indicó que el desempeño en el ejercicio fue consistente en todo el ciclo de ACO”.
Consultado sobre si se recomienda algún método anticonceptivo a una persona deportista gestante, el médico deportólogo resaltó que no puede darse una respuesta única, ya que depende de cada caso, especialmente por los motivos que la deportista quiera usarlos, y de ser posible, de experiencias anteriores de la misma persona con distintos ACO y sus efectos.
Muchas atletas, agrega el médico, recurren a las ACO no sólo para suspender la menstruación en un campeonato, sino que hay otros objetivos como la anticoncepción, la regularización del ciclo, la utilización como antiacné, etc. Además, agregó que tampoco se puede indicar un método debido a la falta de evidencias sobre el efecto en el desempeño deportivo de las usuarias.
La necesidad de una ginecología deportiva
Vázquez cuenta que la deportología nació “por hombres y para hombres”. “Los parámetros estudiados eran para la realidad masculina, emparentada con lo militar, ya que mucho de la educación física escolar se relacionaba con el servicio debido a la doctrina post Revolución Francesa al formar Ejércitos Nacionales, en los cuales solo se podían encontrar soldados hombres”, amplía.
Después de llegar las mujeres al deporte continuaron con los parámetros masculinos. Las cuestiones ginecológicas fueron una novedad, y se las estudió a medias hasta hace poco tiempo, porque se siguió pensando en términos de priorización masculina.

“El hecho de que hasta los propios ginecólogos encuentren dificultades y carencias de conocimientos deportivos, y los deportólogos carencias de conocimientos ginecológicos; y dada la complejidad del problema mujer/deporte la conclusión obvia: hay que formar ginecólogos en deportología o viceversa”, sostuvo Jorge.
Al hablar sobre los factores que impiden que todavía no exista un espacio así, Jorge enumeró: “Primero la novedad de esta idea, como en casi todos los casos deja algo impávidos a los actores y no tienen una respuesta inmediata. Segundo, el machismo sigue imperando fuertemente en los estamentos directivos. Tercero: la resistencia al cambio y la perturbación de la zona de confort”.
Un especialista completo
Además de sus tareas en el ejercicio de la medicina, Jorge Vázquez es parte de la Federación Argentina de Medicina del Deporte (FAMEDEP) como vocal, y es Miembro de Asociaciones y Grupos de Trabajo afines como ACEMEDEBA (Buenos Aires), AMICADE (Misiones), Medenorte Misiones, Mujeres Harrison y FIEPS (Federación Internacional de Educación Física y Deporte).