La obligaron a abandonar su pasión por ser mujer, pero nunca dejó de lado su sueño. Hoy, es una jugadora récord en el país. La futbolista de Independiente cuenta sus comienzos en el deporte, su llegada al club de Avellaneda y analiza la actualidad de la liga argentina.
Por Iván Fernández y Micaela Seijas
El 26 de agosto del 2022 es una fecha que quedará inmortalizada en la carrera de Valentina Barroso y en la del fútbol femenino. Un poco por la goleada de Independiente 9-0 sobre Villa San Carlos. Y otro poco porque, con 6 goles de derecha y uno de cabeza dejaron un total de ¡7 tantos! en la cuenta personal de la jugadora, para pulverizar la marca que tenía Juan Alberto Taverna. El jugador de Banfield había hecho la misma cantidad en la goleada ante Puerto Comercial, en 1974. La diferencia que deja a la oriunda de San Luis en los libros de historia del fútbol nacional es que ella hizo todos los tantos en el primer tiempo, mientras que Taverna necesitó del partido completo para llegar a esa cantidad.
En diálogo con Ídem, la jugadora de Independiente repasa su jornada histórica, sus comienzos en el fútbol y ofrece su opinión respecto a la situación actual del fútbol femenino en Argentina. “Sinceramente, de chica sufrí menos discriminación jugando con los varones que ahora jugando con las mujeres como futbolista profesional y con más reconocimiento del que tenía”, asegura.
–¿Cómo viviste el hecho de igualar un récord tan importante como el de Taverna?
–En ese momento no tenía ni idea, ni tampoco me imaginé hacer siete goles en un partido. Cuando hice el tercero dije ‘Bueno, joya, me llevo la pelota’. En el partido perdí la cuenta, las chicas me dijeron en el vestuario que había convertido esa cantidad y no lo podía creer. Es algo muy lindo porque, acá en el club, siempre nos piden que escribamos nuestra historia, eso es algo muy importante para mí, para la institución y para mis compañeras porque, sin ellas, no hubiera podido.

–¿Pensás que esta marca histórica te puede abrir puertas de cara al futuro?
–Yo creo que todo es una ventana y una puerta que siempre se abre, y el superarse y esforzarse trae sus recompensas a largo plazo. Es mucho trabajar en el día a día.
–Contanos sobre tus inicios. ¿Cómo encontraste tu lugar en el fútbol?
–Empecé a jugar cuando tenía seis años y siempre jugué en el barrio y en la escuela. Miraba mucho fútbol desde chiquita, mi papá siempre me inculcó esta pasión y lo quise practicar, así que me llevaron a jugar con los varones desde esa edad hasta los doce.
–En esa primera experiencia en el deporte junto a tus compañeros, ¿sufriste alguna situación de discriminación por género?
–Me sentía muy cómoda, los chicos nunca hicieron diferencia conmigo y siempre me integraron muy bien en todo, tanto el cuerpo técnico como mis compañeros, así que nunca me sentí excluida. Una situación machista que me tocó vivir fue a los doce cuando la liga de Villa Mercedes no me dejó jugar más con ellos porque era mujer, así que tuve que dejarlo sí o sí.
–¿En ese momento se frustró tu sueño de ser futbolista profesional?
–En parte sí, porque, cuando tuve que dejar, me fui a jugar al vóley. Nada que ver, pero como no había fútbol femenino en mi ciudad, me tuve que inclinar por otro deporte, y ahí vi el sueño más lejano. Y después, cuando volví a jugar con 21 años en 2018, no lo hacía como para poder vivir en Buenos Aires, sino más como un hobby, porque nunca creí que se me iba a dar la oportunidad de venir, ya que yo trabajaba y estudiaba en San Luis.
–En cuanto a tu carrera profesional, ¿cómo fue el reclutamiento de Independiente para ficharte?
–Lo más gracioso es que no fue buscado. Con mis amigas fuimos a un “torneo relámpago” en el pueblo cerca de donde vivía. Había un equipo de Buenos Aires, en el cual el DT se me acercó y me preguntó si había jugado en un equipo de AFA, y yo le dije que no. Me contestó que me podía conseguir pruebas en River, Boca, Racing e Independiente, y yo acepté su propuesta.Después de eso llegó la pandemia, por lo que no pudimos hacer la prueba y me pidieron videos jugando y haciendo diferentes cosas en un partido. Independiente fue el único que estuvo dispuesto a ficharme a través de archivos y, en agosto de 2020, me llamaron y me dijeron que me querían en el plantel en 2021.
–¿Cómo fue el momento en el que firmaste tu primer contrato profesional?
–Lo firmé este año, el anterior estuve jugando sin contrato. Cuando firmé, sentí que fue mi primer objetivo cumplido de lo que yo había venido a buscar acá y fue una alegría muy grande, estoy agradecida al club por confiar y por darme la oportunidad de poder ser parte de esto.
–¿Por qué pensás que hay resultados tan disparejos entre los equipos, en el fútbol femenino argentino?
–Es por la poca importancia que le dan algunos clubes al deporte femenino. Hay clubes que no le dan los materiales que le tendrían que dar a un plantel profesional. O que no dan a las jugadoras ciertas comodidades y, por ese motivo, no cuentan con la misma cantidad de contratos, no cobran viáticos, entre otras cosas que son muy importantes. Hay muchas cosas que todavía faltan cambiar para que todos los equipos de la liga sean competitivos.
–Y para que el fútbol femenino argentino sea competitivo, ¿cuál es el siguiente gran paso que tiene que dar la disciplina?
–Profesionalizarse completamente. Hoy en día es semiprofesional y faltan muchas cosas para poder llegar a ese gran objetivo, pero eso es algo por lo que se pelea y se lucha todo el tiempo. Lo más importante es que todo el plantel tenga el contrato profesional, porque AFA solamente entrega 15 contratos por equipo. Es insuficiente, porque un equipo tiene 28 jugadoras, por lo que casi la mitad son amateurs y únicamente cobran viáticos.
–¿Creés que Independiente es un club modelo en la liga?
–Si, yo creo que sí. Los clubes grandes son los que más esfuerzo hacen, e Independiente creció mucho respecto al año pasado. Nosotras concentramos, desayunamos y almorzamos en el predio, nos dan y lavan la ropa, nos ponen transportes si tenemos que viajar a jugar en otro lado, y eso, en otros clubes, no pasa.
–¿Te ves como una referente para las jóvenes de tu provincia?
–Yo creo que sí, por el simple hecho de que demostré que es posible ser futbolista profesional. Por ahí vemos muy lejos, en el Interior, la posibilidad de venir a Buenos Aires a cumplir nuestros sueños, y más con las pocas condiciones que te da el fútbol femenino. Muchos clubes no tienen pensión ni sustento económico para traerte, pero pienso que también se dan cuenta de que, por más que ya seas grande, podés hacerlo. Aparte, San Luis nos da una ayuda muy grande, a mí me dan becas para poder vivir acá, eso también es muy importante.