Lisandro y Gabriel Basualdo, integrantes del Club Zorros, contaron el comienzo, dificultades y barreras que superaron para poner al club LGBTQIA+ en el mapa.
Por Julián Moreno
Mar del Plata es una de las ciudades argentinas más buscadas en época estival. Sin embargo, no siempre es noticia por sus playas. En 2015, muchas personas que forman parte de la comunidad LGBTQIA+ fueron atacadas por grupos que llevaban símbolos nazis en su cuerpo. No fue un caso aislado: los ataques denunciados desde la comunidad eran recurrentes. Los episodios llevaron a que un grupo de personas se reunieran para crear un club.
Ese fue el puntapié inicial para el nacimiento de los Zorros de Mar del Plata, un club, que, en sus comienzos, estaba oculto en el segundo piso de un edificio. Lisandro es uno de los fundadores de este equipo y, actualmente, es el secretario y administrador de las redes sociales. “Zorros es el primer equipo de diversidad sexual de la ciudad de Mar del Plata. Formamos un lugar para poder brindar un espacio en el cual, desde la inclusión, podamos generar sustento a aquellos que dentro de la sociedad muchas veces no han podido nunca practicar el deporte”, aseguró, en diálogo con Ídem.
Comenzaron siendo diez amigos, con la intención de generar un espacio diferente de lo que en ese momento existía, para conocer personas fuera de los lugares comunes, como boliches o aplicaciones. “Era una época muy difícil, ya que había grupos neonazis, que salían a las calles a golpear a las diversidades con palos de PVC rellenados de cemento. Comenzamos en un lugar fuera del circuito normal deportivo, en un segundo piso. Escondidos”, rememoró.
A pesar de estas situaciones de violencia constante, las personas de la comunidad LGBTQIA+ no se dieron por vencidos. Lisandro explicó que, a lo largo de los años vieron cambios, principalmente en la libertad de las generaciones más jóvenes. Para él fue un cambio significativo que ellos también hubieran querido tener.
Hubo, agregó Lito, un apoyo que les brindó el Estado: “Tuvimos respaldo de la Nación y la Provincia de Buenos Aires, sobre todo en nuestro primer torneo que organizamos en 2021, que se llamó Copa Daniela Castro”. Daniela es una militante de la diversidad marplatense, primera mujer trans en recibir un DNI con su nombre en la provincia. Actualmente es directora provincial de Políticas de Diversidad Sexual en el Ministerio de Mujeres y Género de la Provincia. “En cuanto al apoyo en nuestra ciudad, hemos tenido reuniones con el área de Deporte y Turismo, pero la respuesta no ha sido la esperada”, se lamentó.
Si bien Zorros es un club, el secretario explicó que el principal objetivo de la institución va más allá de lo deportivo. “Nosotres, como referentes, marcamos que el deporte es una excusa para lo social. Cada une de nosotres tiene una historia particular, que muchas veces no pudo compartirla ni siquiera con su familia, y para eso está Zorros. Para contener, acompañar y ayudar a crecer. En cuanto a lo deportivo, decir que un equipo es competitivo no está mal, en el buen sentido de la palabra, ya que el competir ayuda a aprender, siempre sabiendo que el compañero es como un hermano y respetarlo, y el rival también lo es, si se cae, ayudar a levantarlo y si se golpea asistirlo”, remarcó.


Lisandro también contó cómo fue durante el transcurso de los años la evolución en las competencias. “El campeonato de 2021 fue en medio de la pandemia, y tuvimos la visita de equipos del país. En 2022, agregamos vóley, por la demanda que en nuestras redes sociales recibíamos, luego natación y básquet. Ya para 2023, con las nuevas disciplinas, el certamen se transformó en internacional, recibimos equipos de Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, con más de 700 deportistas”.
Más que un club
Gabriel Basualdo, un deportista del club que está hace más de dos años participando de distintas disciplinas, comentó, por su parte, cómo era su vida deportiva antes de Zorros y sobre los aspectos discriminatorios en el ámbito. “Ellos me ayudaron a ser parte de un mundo al que no me había animado a participar. Más que nada porque tienen una aproximación diferente al deporte. El mundo deportivo que yo conozco es machista, violento y competitivo. Zorros me mostró que hay una manera no tóxica de relacionarse”, subrayó.
Para Basualdo, el deporte en general no es inclusivo, no sólo para la comunidad LGBTQIA+, sino tampoco con las femineidades y mucho menos con aquellas personas con sobrepeso. Pero en este club, aseguró, todos son bienvenidos y es la excusa para poder formar parte de un grupo de amigos que se divierten, ejercitan y gozan del deporte.
Otra de las diferencias que marcó con los demás clubes es la presión de ganar. “La competencia es una parte emocionante y divertida. Pero sobre todo sirve para probarse uno mismo. Los entrenadores y organizadores siempre nos insisten en participar por la experiencia. Aunque no ganemos, lo interesante es vivir el evento. Igual hay varios compañeros que son excelentes en sus disciplinas y un orgullo para el club”, remarcó.
Además, sostuvo que el impacto de Zorros en su vida fue tal, que, si no fuera por ellos, no hubiese vivido la consagración de la Selección Argentina en el Mundial de Fútbol de la misma manera. “Nunca había estado tan conectado con la alegría de los jugadores y la gente al levantar la Copa”, reconoció.
Por último, Basualdo destacó que, este año, con los deportes voleibol y básquet, rompieron una gran barrera al tener la chance de participar en competiciones que no son del colectivo. “Comenzamos a jugar en vóley torneos promocionales relámpagos con equipos de buen nivel y sacamos muy buenos resultados. En básquet pudimos entrar en la Liga Alvaradense, en la cual somos la sensación. Siempre llevamos la bandera del colectivo como insignia, para dar el mensaje de que acá estamos, no somos invisibles”, proclamó.
Zorrosocial, ¿de qué se trata?
A pesar de todos los prejuicios y barreras que la sociedad les impuso a las personas que integran Zorros, se mantienen firmes en su postura de colaborar y acompañar a quienes más lo necesitan. Es por esa razón que luego de la pandemia fundaron un programa para contribuir con las organizaciones sociales.
Desde la administración, colaboraron y donaron útiles, alimentos y juguetes a distintas organizaciones sociales que ayudan a los sectores más vulnerables en las épocas de inicio de clases, les dan comida a las personas de los barrios más pobres y festejan el Día de la Niñez. El club, actualmente, usa distintas sedes para practicar, ya que su espacio principal sufrió un deterioro en su infraestructura debido a una inundación, por lo que también hacen rifas y reciben donaciones para poder restaurar el edificio.